
La fiesta se inspiraba en los 101 dalmatas, de ahí que tanto la tarta como la decoración tenga esos colores tan característicos.


La tarta era de bizcocho de chocolate y vainilla bañado con almíbar de vainilla y crema de chocolate, toda cubierta de fondant blanco y los detalles en fondant negro y rojo, además de dibujar a mano con rotulador negro comestible los huesos y huellitas de perritos que se ven en el fondant blanco.